Normalmente el vendedor cancela su hipoteca, siempre que se venda la casa por un precio superior a la hipoteca. Se presentará Certificado de Deuda Pendiente en la firma de la compraventa ante notario y una vez recibido el importe se cancela la deuda en el banco.
La transacción se puede llevar a cabo incluso si el precio de venta es inferior al importe del préstamo pendiente, en este caso se cancela la parte de hipoteca con el importe obtenido y el resto queda como deuda pendiente, pasará a reformularse y se considerará un nuevo préstamo.
También se puede vender una propiedad optando por una subrogación al comprador. Es decir, cambiar el titular de la hipoteca de la vivienda en cuestión para que el comprador se haga cargo del importe pendiente. Siempre y cuando el comprador esté dispuesto a hacerse cargo y el banco acepte el perfil del comprador.
Finalmente, otra opción disponible a la hora de vender una casa con hipoteca es solicitar una hipoteca puente. El banco debe estudiar el caso y, si lo acepta, nos ofrecerá una hipoteca puente. Por lo general, la hipoteca puente está sujeta a un tiempo determinado que puede ir desde varios meses a varios años. Durante ese tiempo, deberemos vender la primera vivienda.